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 En delicado estado de salud, por causa de un alto grado de deshidratación, se encuentran los estudiantes que permanecen en huelga de hambre en uno de los campamentos instalados en el interior de la Universidad Córdoba.

Los jóvenes huelguistas, que permanecen en ayunas para exigir la retoma de los diálogos con el Gobierno nacional, fueron identificados como Jairo Varilla, quien completó 10 días sin comer, y Carlos Marchena, con cinco días sin probar bocado. Otro estudiante, Daniel Lugo, llegó a completar 8 días en huelga, pero se tuvo que retirar a emergencias, luego de perder la conciencia por causa del alto grado de deshidratación.

Hasta este lunes 19 de noviembre, los huelguistas han perdido alrededor de 15 kilos de peso, cada uno.

El deterioro en su salud ya se ha complicado debido a las condiciones de intemperie del campamento, por lo que sus demás compañeros les han sugerido que suspendan la particular protesta para evitar que sufran lesiones internas irreversibles.

EL HERALDO tuvo acceso exclusivo al campamento instalado por los estudiantes de la universidad, donde los manifestantes narraron el día a día de la particular manifestación.

'La noche sirve para que pasen las horas, durante el día se siente mucho el cansancio. Al pasar los días, se siente más fatiga, pero también se tienen momentos de euforia y otros momentos de melancolía y depresión', indicó Carlos Marchena, en charla con EL HERALDO.

'Esta es una manera de protestar y proteger a los compañeros en la Universidad de Córdoba. Es un acto simbólico que significa la resistencia de la moral de los estudiantes', agregó Daniel Lugo.

Según un parte médico extraoficial, los jóvenes presentan síntomas como vómitos y diarreas, lo que es considerado una alerta de riesgo, sumado a la deshidratación.

La situación de paro ha desatado las huelgas de hambre entre estudiantes y profesores a nivel nacional, como el caso de Adolfo Atehortúa, exrector y profesor de la Universidad Pedagógica Nacional; Luis Aguirre, profesor de la Universidad Industrial de Santander; Luis Marín, de la Universidad del Quindío, y Juan Yepes, de la Universidad de Caldas.

Además de la huelga de hambre, en las instalaciones de la Universidad de Córdoba otros estudiantes aprovechan para debatir sobre la situación del país y desarrollan talleres en los que buscan alternativas para proponerle al Gobierno.

'Nosotros confiamos en que el Gobierno va a ceder a nuestras peticiones en la mesa de diálogos. Estamos en una dinámica de movilización nacional, existe una crisis social y eso no lo desconoce nadie. Debido a la desfinanciación de la universidad pública, el Gobierno ahora presenta leyes solapadas que solo buscan hacer que nuestros padres, los más pobres, sean quienes paguen por medio de la nueva ley de recaudo, llamada ley de financiación', reflexionó el joven manifestante.