Sigo pensando igual. El problema del Junior no son los técnicos. El tema de estar en zona de coleros es exclusivo del rendimiento de los jugadores. Si el problema del Junior fuera físico, como aseveró ‘Bolillo’, el tema entonces no es de ahora, sino de hace tres años desde cuando Comesaña se fue la penúltima vez.
Después el “problema físico” se ha extendido con Amaranto, Reyes, Cruz Real, otra vez Comesaña, otra vez Reyes y ahora ‘Bolillo’. El partido con el Unión dejó esa sensación. Junior cabalgaba el clásico 2-0 y, a partir de allí, las ganas fueron del Unión, ganas que no tiene que ver con lo físico, sino con el deseo de ganar. Problemas físicos deben tener los obreros, los albañiles, los choferes de buses y taxis, los vendedores ambulantes, los mensajeros, la señora de los tintos, los barrenderos, la mamá que tiene que llevar al colegio a los niños a pie y volver corriendo por ellos.
Los jugadores del Junior son los campeones de las redes. Que bueno sería que publicaran los grandes éxitos del Junior con ellos como actores. Junior ha ganado solo un partido de los últimos 18 oficiales con tres técnicos diferentes: Comesaña, Reyes y ‘Bolillo’. Ese antirécord no tiene nada que ver con lo físico sino con las ganas, con la actitud, con el orgullo, con la ausencia de la recordada “mística ovalada” que ponían los de antes. Interesante sería preguntarle a los jugadores si están contentos con su rendimiento en Junior y qué es lo más importante que le han aportado al equipo en estos 18 partidos.
Fuad Char habló y tomó decisiones, Reyes se fue en silencio, ‘Bolillo’ ha hecho un diagnóstico público y no hemos escuchado a ningún jugador hablando o asumiendo la responsabilidad. Ninguno de ellos despidió a Reyes. Es que siempre pasan de agache cuando se va un director técnico. Silbando y mirando para otro lado…