Hoy deseo iniciar mi actividad en 2018, evaluando lo que ha acontecido en la ciudad en los últimos dos años, haciendo énfasis en que por razones personales, he estado fuera 14 meses y con solo disfrutar en familia las fiestas de Navidad y Año Nuevo 2017, por escasos 10 días, puedo afirmar categóricamente que Barranquilla está en vías de ser la ciudad más cosmopolita de Colombia.

Es agradable ver el avance en la recuperación de plazas, parques, vías peatonales, y malecones. Mención aparte merece el Gran Malecón sobre el río Magdalena, obra que luego de años volvió la vista de ciudad a la principal arteria fluvial del país, tal como en las grandes orbes del planeta. El modelo de salud se sigue consolidando, la infraestructura de instituciones educativas da gusto observar como elevó la calidad de la educación de los más necesitados.

Grandes obras de infraestructura física están a la vista de propios y extraños, destacándose: El Centro De Convenciones “Puerta de Oro”, canalización de Arroyos, recuperación de vías y adecuación de la infraestructura de escenarios deportivos, para los Juegos Centro Americanos y del Caribe 2018.

La inversión de la empresa privada en generación de riqueza es buena, se palpa especialmente en el sector de la construcción. Aunque no todo está consolidado para que Barranquilla sea una verdadera cosmopolis, considero existen excelentes proyecciones, que permiten darle a la ciudad una mirada más llena de optimismo. Sin embargo, hay que trabajar arduamente en aspectos de profundo calado social, tales como: Elevar los indicadores de calidad de vida, ocupación del tiempo libre, recreación y deporte, incrementar la seguridad y el empleo productivo.

Barranquilla es una de las ciudades más costosas del país, se debe bajar la carga tributaria al contribuyente y controlar la especulación en todos los niveles de la economía. Emplear la ecuación: “Más tributos para empresarios, (sin desestimular la inversión ni dejar de ofrecer posibilidades de exención tributaria.) y menos tributos para el ciudadano.”. Elevar los niveles culturales del barranquillero con la “construcción” de: museos, bibliotecas, teatros, escenarios, (sinfónicas, bandas) escuelas de artes y espacios públicos de acceso gratuito y masivo. Incentivar la recomposición de la política pública de movilidad urbana. Igualmente revisar la política de planeación urbana, para que sea más moderna y efectiva, en la cual hay un gran avance pero existe mucho por hacer y ser austeros en el endeudamiento de la ciudad. El gran desafío de todos es contribuir para que Barranquilla sea más cosmopolita en 2018. Cuanto añoro volver a ti Barranquilla hermosa!