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Catorce científicos franceses e italianos partirán a fines de enero a La Rinconada (Perú) para estudiar la población de mineros de oro y examinar los límites de adaptación del cuerpo humano en la ciudad más alta del mundo.

'Normalmente se considera que la vida humana no es posible de forma permanente más allá de los 5.000 metros: la población de La Rinconada [a casi 5.300 metros] constituye un verdadero desafío al conocimiento', explicaron este martes los investigadores, cuya misión se prolongará un mes.

Más de 50.000 habitantes viven todo el año en condiciones extremas en esta ciudad recóndita, situada en los Andes peruanos, que se desarrolló con la actividad minera en las últimas dos décadas.

Una parte significativa de los habitantes presenta no obstante dificultades para tolerar la falta de oxígeno (la mitad disponible comparado con el nivel del mar) y desarrolla patologías específicas que el equipo médico tratará de identificar y curar.

Las cefaléas, vértigos, hormigueos, alteraciones del sueño y palpitaciones cardíacas que sufren estos trabajadores forman parte de los síntomas del mal crónico de las montañas, llamado igualmente enfermedad de Monge, en alusión al médico peruano Carlos Monge Medrano que la describió científicamente por primera vez a principios del siglo XX.